A los 21 años, atravesé una crisis de identidad profunda, una que muchos podrían llamar existencial. Sentía que el suelo desaparecía bajo mis pies, como si todo lo que había conocido hasta ese momento careciera de sentido. Fue en ese momento que descubrí parte de la historia de mi familia, conectada con la dictadura militar en Argentina en el 74, lo que abrió una grieta en la joven idealista que yo era.

Participaba en debates filosóficos desde los 17 y cursaba mi segundo año en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional de Rosario. Pero esa revelación familiar puso en duda todo mi sistema de creencias. Las emociones emergieron intensas y contradictorias, sin saber cómo gestionarlas. Mi carrera, el amor por mi familia y el sentido de mi vida parecían desmoronarse.

En medio de ese caos, tomé la decisión de emanciparme. Me fui de casa, como un primer límite ante la violencia y los patrones disfuncionales que aún no comprendía del todo, pero que sabía no podía seguir tolerando. Así empezó mi búsqueda.

Aunque por fuera todo parecía estar en su lugar, no encontraba paz interna, menos que menos disfrute auténtico. Fue entonces cuando me inicié en Reiki, mi primer gran momento «AHÁ» en el camino espiritual.

Esta búsqueda me llevó a viajes, a encuentros con diferentes prácticas que abordaban partes del ser humano. A los 24 años comencé a viajar por Oceanía y, aunque estas prácticas eran valiosas, solo daban respuestas parciales. Reiki me abrió al campo energético; los cristales y el chamanismo me enseñaron el poder de los rituales y la trasnpersonalidad, y el yoga y la meditación se transformaron en prácticas regulares y esenciales en mi vida desde el 2014.

Mi camino profesional ha estado lleno de exploraciones y aprendizajes. Comencé mis estudios formales en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales con la intención de traer bienestar social a través de la política. Pero después de cinco años, me di cuenta de que mi lugar no estaba en ese espacio lleno de intereses disfrazados de bien común. Lo que realmente me apasionaba era el ser humano en su complejidad interna y sus relaciones.

Mi experiencia incluye formaciones en Reiki, Yoga, Meditación y, finalmente, en Psicología Transpersonal Integral, de la mano de la Escuela de Psicología Transpersonal Integral (EPTI) dirigida por Daniel Taroppio. Este enfoque Integral y transpersonal, que integra mente, cuerpo, emociones y energía, fue el camino que me permitió encontrar coherencia y ofrecer a los demás un espacio donde pudieran acceder a procesos profundos de desarrollo personal basados en metodologías científicas y ancestrales efectivas y simples.

Acompañar procesos de desarrollo personal es un arte que me nutre y me permite desplegarme tanto como profesional como ser humano, y es parte fundamental de mi misión.

Creo en el encuentro, el “entre”,  como la posibilidad inigualable de re-conocernos y re-inventarnos cuantas veces sea necesario; de ahí el “Arte”. No es posible el Arte (como tampoco el amor o la meditación) sin la entrega humilde de nuestra vulnerabilidad. Donar ese compost es un requisito para cualquier camino de autocontemplación y posterior transformación.

En todos los espacios que facilito —desde sesiones individuales hasta retiros, programas online y talleres— te propongo un laboratorio seguro y respetuoso, donde la principal invitación es a darte permiso: para atestiguarte, desde la danza, el movimiento, el lenguaje simbólico y la observación consciente de los diálogos que mantienes contigo misma, con la otredad y con tus emociones. Estos espacios son, además, asertivamente desafiantes, ofreciéndote la oportunidad de atravesar los bloqueos que te han mantenido al margen de una vida plena y gozosa.

Mi pasión radica en crear espacios seguros donde mis consultantes puedan explorar sus emociones, patrones y creencias, y conectar con su verdadero poder. Espacios donde la vulnerabilidad y la emocionalidad se convierten en el material fundamental. Porque, en el fondo, todos estamos buscando lo mismo: ser amados, tener sentido y encontrar pertenencia.

A través del Coaching Transpersonal, la Meditación, la Danza Primal y el Tarot Terapéutico, mi intención es guiar a las personas a que se permitan habitar estados de coherencia interna y plenitud que potencien su calidad de vida.

Este es mi propósito: acompañarte en el descubrimiento de tu propio camino, en el abrazo de tu ser integral y en la creación de una vida más auténtica y gozosa.

Mi enfoque, proveniente del Modelo de las Interacciones Primordiales de Daniel Taroppio, es un método integrador que combina herramientas de Coaching Transpersonal, Meditación Primordial, Danza Primal y Tarot Terapéutico. Cada una de estas disciplinas aporta una dimensión única al proceso de transformación personal. A través del Coaching Transpersonal, acompaño a mis consultantes a explorar sus creencias y juicios, fomentando un cambio cognitivo y llevándolos a evidenciar el impacto de ello en su gestión emocional y su corporalidad. La Meditación Primordial y la Danza Primal facilitan el acceso a estados de conciencia más profundos y al autoconocimiento corporal. El Tarot Terapéutico actúa como un espejo simbólico, permitiendo que los consultantes se conecten con sus emociones y patrones internos de manera reveladora.

Enfoque Innovador: La base filosófica de mi metodología se centra en tres pilares fundamentales que constituyen un campo fértil para el autoconocimiento: y eso se debe a que es un enfoque integral, relacional y transpersonal.
Al llegar a la EPTI, la Escuela de Psicología Transpersonal Integral, luego de practicar tantos enfoques parciales, que traían respuestas parciales a las problemáticas humanas dentro de la consulta, y para mi propio proceso personal. Encontré aquí una propuesta fundada en bases científicas y al mismo tiempo en total conexión con tradiciones ancestrales y la espiritualidad, trayendo como resultado un abordaje altamente efectivo. El modelo de “Interacciones Primordiales” entiende que somos seres tanto cognitivos como emocionales, corporales y energéticos. La interconexión de todas estas dimensiones nos permite desplegar una calidad de presencia auténtica.

La integralidad es clave en mi enfoque, ya que cada individuo experimenta una danza compleja entre sus dimensiones. No es una mera suma de partes; se trata de reconocer y dar importancia a cada sistema, identificando cuál necesita atención en cada momento. La calidad de nuestras relaciones con estas dimensiones refleja la calidad de nuestras interacciones con el mundo y con los demás.

Al entendernos como seres relacionales, cada encuentro se convierte en un espacio donde el Universo se hace más consciente de sí mismo. Este enfoque se transforma en uno profundamente transpersonal, ya que cada vínculo que establecemos habla de nuestra forma de relacionarnos con la vida, trascendiendo los límites personales e interpersonales hacia una experiencia de unidad.

Proceso de Trabajo: Mi proceso de trabajo no es lineal; se adapta a la profundidad de cada individuo y se desarrolla en etapas que permiten una exploración significativa:

1. Primer Contacto: Comenzamos con una conversación abierta para entender tus necesidades y expectativas.
2. Evaluación Integral: Juntos, exploramos tus dimensiones cognitivas, emocionales, corporales y energéticas, haciéndote testigo de tu estado actual mediante las metodologías necesarias.
3. Diseño Personalizado: Co-creamos un plan que incluye sesiones individuales, talleres y retiros, adaptado a tu ritmo y objetivos.
4. Implementación de Cambios: A través de prácticas como la Danza Primal, la meditación y el coaching, trabajamos en integrar aprendizajes y cambios en tu vida cotidiana.

Resultados Esperados: Al comprometerte a trabajar conmigo, puedes anticipar una transformación profunda en tu vida, un verdadero «antes y después». Mi enfoque es directo y profundo; tus vínculos, decisiones y hábitos se transformarán a medida que avancemos. Te convertirás en el líder de tu propia vida, gestionando la danza entre energías yin y yang para crear una realidad coherente con tu ser.

Mis consultantes han reportado una mayor conexión con su esencia, una reducción de la ansiedad y el estrés, y un aumento en la claridad y satisfacción personal. Algunos han superado bloqueos emocionales, mejorado sus relaciones interpersonales y descubierto un renovado sentido de propósito.

Te invito a que leas los testimonios de quienes han vivido este proceso…